GALLETAS DE MANDARINA Y JENGIBRE

En cuanto he visto estas galletas en la página de  Enkars Bakery sabía que tenía que probarlas. El aroma de las mandarinas, con el sabor cítrico que les aporta el jengibre hace que no puedas comer sólo una, realmente son adictivas y deliciosas.
Con estas cantidades, salen unas 60 galletas. Si hacéis como yo y las compartís y regaláis, seguro que os lo agradecerán.
INGREDIENTES( PARA UNAS 60 GALLETAS):

• 1/2 kg. de Harina de repostería 
• 1 c/p de Levadura en polvo
• 2 c/c de Jengibre en polvo
• Ralladura de la piel de 1 Mandarina
• 150 gr. de Zumo de mandarina
• 150 gr. de Azúcar glass
• 150 gr. de Aceite de oliva suave
• 1 Yema de huevo
• Para decorar: lacasitos y chocolate fondant.

Abreviaturas: c/p: cucharada de postre

                      c/c : cucharada de café

ELABORACION
Mezclamos en un bol ,batiendo con unas varillas, el zumo de mandarina con el aceite de oliva, la yema de huevo y la ralladura de mandarina.
Por otro lado, mezclamos la harina tamizada con la levadura, el azúcar glass y el jengibre.
Añadimos poco a poco los ingredientes secos a los líquidos y mezclamos bien, hasta que tengamos una masa consistente que podamos amasar con las manos.
Envolvemos la masa en film y la dejamos reposar en la nevera al menos 1 hora.
Precalentamos el horno a 180º c y cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal.
Estiramos la masa con un rodillo hasta que nos quede de un grosor de 2 mms. Cortamos con cortapastas de diferentes formas y horneamos a 180º C entre 12 y 15 minutos, ya sabéis que cada horno es un mundo.
Dejamos enfriar, y listas para disfrutar.
Así solas resultan deliciosas, pero si les queréis dar un toque diferente os sugiero 2 presentaciones que os van a encantar :

venamicocina

 Cortadas con un cortapastas en forma de flor y adornadas con lacasitos  en el centro resultan deliciosas.

venamicocina

Si os pierde el chocolate , bañad la mitad de cada galleta en chocolate negro fundido al baño Mª y dejar enfriar hasta que el chocolate se endurezca. Están increíbles, como os he dicho antes son adictivas, y seguro que no podéis comer sólo una.
Espero que os animéis a probarlas y que os gusten tanto como a mí.