GALLETAS SALADAS

lunes, 14 de noviembre de 2011

Para comenzar la semana con ánimo y energía, hoy os propongo unas galletas saladas, ideales como aperitivo o para picotear en una cena informal. Están tan sabrosas que crean adicción, y como empecéis a comerlas es imposible parar. La receta original la he visto en el blog  El pucherete de Mari, que seguro que muchos conocéis por sus exquisitas e imaginativas recetas.
Son muy fáciles de hacer, podéis cortarlas de distintas formas con cortadores de galletas y se hornen muy rápido. Se conservan bien en una lata hermética 3 ó 4 días, si no os las termináis antes.
INGREDIENTES( PARA UNAS 30 GALLETAS)

  • 125 gr. de Harina 
  • 90 gr. de Mantequilla fría cortada en daditos
  • 4 Quesitos 
  • 60 grs. de Queso Emmental rallado 
  • 50 grs. de Avellanas molidas
  • Pizca de sal
ELABORACIÓN
Poner en un bol la mantequilla fría cortada en daditos con la harina tamizada y mezclar bien, hasta conseguir que se formen migas, como si fuese arena. Añadir los quesitos, las avellanas molidas, una pizca de sal y el queso rallado que más os guste. Yo en este caso , las he preparado con queso Emmental, que les ha dado un sbor y una textura muy sabrosa. Se puede sustituir el queso rallado por otros 4 quesitos, y quedan más suaves.
Mezclar bien, hasta conseguir una masa compacta, con la que haremos una bola que envolvemos en papel film, y dejamos reposar en el frigorífico al menos 2 horas, para que se endurezca.
Pasadas las 2 horas, precalentamos el horno a 180º C y estiramos la masa con un rodillo hasta que quede con 1/2 cm. de espesor. Un buen truco para evitar que se pegue la masa a la encimera y el rodillo, es poner la masa entre 2 láminas de papel vegetal.
Cortamos con los cortadores de galletas que hayamos elegido, (o con un vaso pequeño) y las colocamos en la placa del horno cubierta con papel de hornear. Horneamos a 180º C entre 10-12 minutos, hasta que se doren, teniendo cuidado de que no se quemen, porque se hacen enseguida.


venamicocina

venamicocina

Las he hecho en forma de corazones y estrellas, tienen un sabor salado que recuerda a la pizza. Empezar a comerlas es un auténtico vicio, en mi casa desaparecían de la cocina como por arte de magia. Espero que os gusten y que os animéis a prepararlas,  son muy fáciles de hacer y seguro que os lo agradecen.