ROSQUILLAS DE YEMA GLASEADAS

miércoles, 18 de abril de 2012

Estas rosquillas de hojaldre están mejor al día siguiente de haberlas preparado, cuando el baño de yema y el glaseado se han secado y quedan crujientes.Por experiencia os aseguro que lo dificil es resistirse a probarlas recién hechas, aunque el glaseado no esté del todo seco.
La receta básica es la que he utilizado para las Rosquillas azucaradas, pero llevan además un baño de yema y un glaseado de naranja, son fáciles y muy rápidas de preparar.

INGREDIENTES( Para unas 25 Rosquillas)
  • 2 Láminas de hojaldre ya estirado
  • 5 c/s de mantequilla derretida
  • 100 ml. de agua
  • 100 gr. de Azúcar
  • 4 Yemas
  • 2 c/p de Zumo de naranja
  • 100 grs. de Azúcar glass
Abreviaturas: c/s : cucharada sopera
                     c/p : cucharada de postre
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 220º C y forramos la bandeja del horno con papel de hornear.
Estiramos una lámina de hojaldre, la pintamos con la mantequilla derretida y colocamos encima la otra lámina de hojaldre.
Cortamos la masa con un cortapastas redondo, y en el centro cortamos un círculo más pequeño, para hacer el agujero de las rosquillas. Si no tenemos cortapastas redondo, sirve un vaso o una taza, y para el agujero yo he utilizado la boquilla de la manga pastelera.
Horneamos a 220º C durante 20 minutos o hasta que veamos que se van dorando.
Mientras las rosquillas se hornean, preparamos un almíbar, cociendo a fuego lento durante 10 minutos el agua con el azúcar hasta que el almíbar esté a punto de hebra suave, es decir que se forme un fino hilo de almíbar al levantarlo con la cuchara de madera. Batir las 4 yemas de huevo en un cuenco, y cuando el almíbar esté a punto de hebra suave, retirar del fuego, volcar las yemas y remover para evitar que se peguen. Cocemos a fuego medio 5 minutos hasta que las yemas espesen.
Sacamos las rosquillas del horno y cuando aún estén calientes, las bañamos en la yema y las dejamos enfriar sobre una rejilla hasta que la yema se vaya secando.
Mientras las rosquillas se enfrían, preparamos el glaseado de naranja, añadiendo el azúcar glass tamizado y poco a poco al zumo de naranja, hasta que tengamos una pasta fina que cubra el dorso de una cuchara.
Pasamos las rosquillas bañadas en yema por el glaseado y dejamos secar nuevamente sobre una rejilla.
Cuando el glaseado esté seco al tacto, estarán listas para degustar.

venamicocina
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Resultan deliciosas para acompañar al café  como postre, como merienda o para darnos un capricho dulce, que de vez en cuando nos viene bien. Si os animáis a hacerlas ya veréis como están mejor al día siguiente, aunque dudo que os podáis resistir a probarlas.